HARLE DAVIDSON XL1200CA
Equilibrio.
Para este 2013, Harley Davidson presentaba junto a su Sportster 1200 Custom estándar dos versiones especiales, la Custom Limited Edition A y la B, ambas desarrolladas a partir del amplio catálogo de accesorios para este modelo. El primero de ellos es un guiño de la marca a las carreras de coches derivados de serie de los Estados Unidos. Una moto mucho más polivalente de lo que a primera vista puede parecer y que tuvimos el gusto de probar para todos vosotros.
La Sportster Custom de 1200cc lleva en el catálogo de Harley Davidson, sin apenas cambios, desde el año 1996, solo los que han sufrido toda la familia XL para mejorar su rendimiento y la sustitución, el pasado 2012, de su llanta delantera, que ha pasado a tener la misma medida que la trasera, 16 pulgadas.
La principal diferencia de las Custom respecto a sus hermanas es el uso de un depósito de mayor capacidad, más plano y redondeado que el clásico peanut, y un soporte para el manillar donde se alojan el velocímetro, los chivatos y parte del cableado de estos.
En la actualidad comparte las siglas XL y su motor de 1.200cc con dos modelos mucho más drásticos en aspecto: la Forty Eight y la Seventy Two, un bobber y un chopper, con lo que se ha convertido en la opción más estándar de entre las Sporsters grandes y la más adecuada para recibir una customización en pequeñas series, de ahí estos dos modelos especiales.
Blockhead 1200.
Este es el nombre con el que algunos denominan el motor Evolution que monta la XL1200CA, este bicilíndrico calado a 45º y con refrigeración por aire, monta cilindros y culata en aluminio, tiene una primaria accionada por cadena y una secundaria por correa dentada. Se alimenta mediante una inyección, ESPFI (inyección secuencia de combustible de toma secuencial), y tiene 6 marchas, que se engranan gracias a un embrague multidisco bañado en aceite accionado mediante cable.
Durante los kilómetros que rodamos con esta moto, su propulsor no hizo más que sorprendernos. Su inmenso par-motor (98Nm a 3.800rpm) permite olvidarse del cambio, que por cierto va bastante bien, salvo el punto muerto que se hace el esquivo. El acelerador no es tan largo en recorrido como en otros modelos de la marca y te permite con un leve giro salir a adelantar sin problemas, siempre que circulemos en velocidades legales que es donde se siente a gusto esta moto, no olvidemos que es un custom. Siguiendo con velocidades, su punta debe andar entorno a los 170km reales, a los que llega con bastante solvencia. En cuanto al consumo, si somos prudentes y respetuosos con las normas de circulación, se queda en la horquilla de los 5 ó 6 litros a los 100Km, lo que unido a sus 17 litros de capacidad de su bonito depósito nos permitirá viajar con cierta solvencia, aunque su manillar plano fuerza un poco la posición para viajes largos.
Como se porta.
Esta Sportster, como todas, monta un chasis doble cuna en acero, en el que descansa el motor, que va anclado con “silent-blocks” para minimizar las vibraciones. Su amortiguación se divide en una horquilla convencional tipo “narrow”, con barras de 38mm, y dos amortiguadores bastantes cortos para el tren trasero, se trata por tanto de un equipo bastante sencillo que no permite ningún tipo de reglaje y que por su recorrido, a pesar de sus altos neumáticos, se hace un poco duro con asfalto en mal estado. En cambio, si la carretera es lo suficientemente decente la sensación de aplomo te pide relajarte y disfrutar del paisaje bien acomodado en su bonito asiento, el cual no es tan generoso con el acompañante, que tendrá siempre la sensación de caerse hacia atrás.
Otra faceta de la que pudimos disfrutar con esta Harley fue la de callejear, es una moto totalmente apta para su uso a diario, su manillar plano, tipo “drag-style”, y sus reposapiés situados en posición central te permiten callejear con comodidad a poco que le cojas las medidas, el mayor hándicap que le encontré fue lo largo de sus reposapiés, molestan para echar el pie a tierra y sus avisadores tienen tendencia a desaparecer con un uso un poco agresivo.
En cuanto a la instrumentación, su minimalista cuentakilómetros, de forma redonda está bien situado, solo debes bajar mínimamente los ojos para recabar la, por otro lado escueta, información que ofrece, donde echamos especialmente en falta un tacómetro y el chivato de la sexta marcha, ya presente en otros modelos de la marca.
¿Qué pinta tiene?
Como comentábamos al comienzo de este artículo, esta HD está inspirada en las carreras de coches de los USA, esto se nota principalmente en su pintura, que mezcla el “Candy Orange”, el blanco y el “Beer Bottle”, una librea realmente bonita que combina a la perfección con el acabado en negro de su motor y llantas. Estás últimas están fabricadas en aleación, son de 5 palos e incluyen zonas pulidas que consiguen un contraste realmente espectacular.
Por lo demás, predomina el obligado cromado en tijas, manillar, horquilla, soportes de guardabarros, etc., un acabado que la MoCo cuida especialmente y que tiene su demostración en su resistencia y durabilidad en condiciones climáticas adversas.
En definitiva, una Sportster larga y baja, como manda la tradición custom, pero con un toque sport que la acerca a un público de gustos más europeos…Equilibrio.
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