lunes, 27 de enero de 2014

Secretos de conducción. Las curvas, cuestión de pesos.

Lo reconozco, todo lo que sean técnicas, trucos y/o mejoras en la conducción que redunden en mi integridad física, y en la seguridad vial me atraen sobremanera. De hecho, pasado algún tiempo me gusta releer todos estos artículos con el fin de que mi subconsciente vaya asimilando toda esta información para que, cuando llegue un momento de riesgo, éste actúe de manera “natural” poniendo a salvo mi pellejo.
Con ese fin voy recopilando toda la información que encuentro en la red y la centro en mi blog dentro de la CategoríaSeguridad Vial, sección que te recomiendo ojear cada vez que tengas tiempo. Pere Casas de Motociclismo.es, ha escrito un artículo interesante sobre los secretos de conducción al que agradezco y animo a continuar con “todo lo que sepa” Applause
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Si te pregunto cómo toman las curvas las motos… ¿me responderás que girando el manillar? Entonces, sigue leyendo: en realidad, éste apenas se mueve… Las motos giran «al apoyarse sobre el menor perímetro, el interior a la curva, de sus neumáticos». Y ello lo conseguimos mediante el peso del cuerpo…

Presión del manillar. Ve a una recta despejada. A media velocidad suelta presión sobre los puños y aprieta ligeramente sobre el puño derecho con la palma de la mano… ¿Crees que el manillar «girará hacia la izquierda y la moto irá a ese lado»? No. Verás que ocurre lo contrario: al presionar sobre el manillar, haces que el neumático apoye, recuerda que el de una moto no es cuadrado como los de los coches, en su perfil de menor diámetro… y la moto cae hacia ese lado derecho, al contrario de la presión… ¿Curioso? Practica ejerciendo alternativamente presión en un puño y tirando al tiempo ligeramente del contrario: sabrás ya «como gira» una moto.
Presión en los estribos. Primer ejercicio. Deja sin presión los manillares (¡pero no los sueltes!) e, igualmente a media velocidad, aprieta fuerte sobre la estribera… izquierda. ¿Hacia dónde gira la moto? Si para «no meter la pata de nuevo», me dices que «para el otro lado, la derecha»… pues tampoco. Si ejerces presión sobre un estribo, esta vez la moto cae hacia este mismo lado… Siguiente ejercicio: no hace falta que aprietes con el pie, ahora simplemente carga el peso de tu tronco sobre la parte inferior del muslo que está en contacto con el borde del asiento de ese mismo lado… Desplázalo si quieres moviéndolo unos centímetros hacia fuera para aumentar este efecto con el brazo de palanca… La moto también cae a ese lado, girando. Tercer ejercicio, combínalo todo con la presión citada antes sobre el manillar. Has aprendido cómo se conduce una moto.
Pesos en frenadas y aceleración. Para terminar. Siguiendo a media velocidad, frena un poco fuerte, pero sin bloquear, con el freno delantero… Verás que te abalanzas hacia el manillar y los brazos deben soportar mucha carga. Prueba, pues, a mantener el cuerpo atrasado, estirando un poco los brazos, antes de frenar, para evitar “caerte hacia delante”. Por último, en este mismo escenario, acelera un poco duro en marcha corta. Si ves que “te vas hacia atrás” y que podrías llegar a caerte (como las pasajeras que no se sujetan bien)… inclina un poco el cuerpo hacia delante en aceleración.
© Agradecimientos y Créditos: Secretos de Conducción por Pere Casas

Conducción en ciudad.

A decir verdad yo evito lo máximo posible la ciudad. También porque tengo la suerte de poder ir caminando casi a cualquier parte en donde vivo y por otra porque me da pánico circular entre coches. No es la primera vez ni la últimaque se me cruza un peatón, un enlatado me echa del carril, un imprudente abre una puerta a mi paso o aquel otro que gira o se detiene sin avisar, total ¿para qué? Imagino que se dirán “ande yo caliente…”
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Si ya en moto tenemos que tener 20 sentidos cuando circulamos por carretera, en ciudad te harán falta otros 40 o más para salir airoso de cualquier situación. Y, para que no sea por consejos, aquí van otros tantos elaborados por Carmen Duro publicado en el blog de Motociclismo.es:

Convivir con el tráfico de una ciudad requiere un especial cuidado en nuestra conducción, somos más vulnerables y la prevención y anticipación serán nuestras mejores armas. Aprovecha que eres más ágil, no pierdas de vista todo lo que te rodea y no subestimes las distracciones de los demás.
REGLAS DE ORO:
  • Aprovecha tu altura para mirar lejos y anticipar tus movimientos.
  • El asfalto está lleno de trampas, mucho ojo con pintura deslizante y alcantarillas.
  • Mantén siempre la concentración, que una sorpresa no te pille desprevenido.
  • Aumenta la distancia de seguridad, los alcances son los golpes más comunes en ciudad.
  • Las rotondas no son curvas, trázalas correctamente.
  • Cuida tus movimientos pero también los de los demás, vigila lo que te rodea.
LA MIRADA. Circulando en moto tienes la ventaja de estar sobre todo lo demás, puedes ver por encima de los vehículos que te preceden y adelantarte a posibles imprevistos. Aprovecha esta facilidad y no pierdas detalle de nada, por delante y por detrás, a qué distancia están los demás y qué hacen los peatones, mantén una mirada «periférica», mirando por dónde vas pero siendo consciente al mismo tiempo de todo lo que te rodea.
TRAMPAS URBANAS. Muchas ciudades están lejos de ser un hábitat pensado para las motos. Desde los pasos de cebra y señalización horizontal con pintura deslizante, hasta tapas de registro, alcantarillas, manchas de aceite o gasoil, pasos elevados, rejillas y demás lindezas que nos regalan nuestras calles. Evítalos siempre que puedas, esquívalos y pasa los pasos de cebra entre las líneas, entrénate a diario y así los días de lluvia conseguirás ahorrarte algún que otro susto.
SORPRESAS. En una ciudad hay muchas más situaciones de riesgo de las que puedes ver a simple vista. Muchas de ellas podrás evitarlas si no pierdes la concentración y actúas con antelación, así que piensa mal y acertarás. Ten en cuenta que circulando por una calle estrecha en un cruce el coche que se asome invadirá tu carril, uno con las luces blancas de marcha atrás saldrá sin haberte visto y evita siempre los ángulos muertos, anticipándote a posibles sorpresas conseguirás que lo que en un coche es un golpe de chapa, no pase a mayores sobre dos ruedas.
COLOCACIÓN. Una buena posición en la calzada es fundamental para prevenir riesgos innecesarios. Nunca circules pegado al coche que te precede, deja distancia suficiente y evita colocarte en el centro del carril para salvar un posible alcance, así podrás encontrar una escapatoria por los lados en caso de frenazo inesperado. No circules pegado a una fila de coches aparcados, cualquiera podría abrir de imprevisto la puerta y no tendrías capacidad de reacción. Cuando te detengas en un semáforo no lo hagas en el centro de un carril, hazlo a un lado, en caso de despiste del que venga por detrás así conseguirás que no te lleve por delante.
GLORIETAS. Una glorieta no es una curva más y es un error muy común «trazarla» como si de una carretera se tratara, buscando el carril interior aunque nuestra salida sea la primera. Lo primero es ceder el paso a los vehículos que ya se encuentren dentro de ella, y aunque tú estés circulando correctamente por ella, por el carril exterior, el que circula por tu izquierda, por el interior, se te puede cruzar al tomar su salida. Es el golpe más habitual en las glorietas y la culpa es siempre del que circula por el interior. Aunque tú tengas razón saldrás perdiendo, evita el riesgo dejándote ver y prepara el dedo en la bocina para hacerte notar.
LOS OTROS. Recuerda que no estamos solos y por lo general vamos rodeados de coches: vehículos más grandes, más torpes y más duros que nosotros. Ten en cuenta que eres poco visible y mucho más vulnerable, guarda las distancias y no olvides que pueden hacer «cosas raras», giros inesperados o posibles volantazos, ahí la prevención será tu aliada. Nunca adelantes un taxi o un autobús entre éstos y la acera, lo más seguro es que te topes con un peatón que sube o que baja.
© Agradecimientos y Créditos: Carmen Duro.

Consejos de conducción en moto: Inclinaciones y tumbadas.

¿Cómo inclinar una moto  para tomar una curva? De la manera más “natural” posible. Basta un poco de «contramanillar» y colocar de manera intuitiva el peso, para que la moto “caiga sobre sus perímetros interiores de los neumáticos y ¡gire sola!”. Pero ¿cómo hacerlo aún más fácil?

Como consejo te recomendamos que te dirijas de nuevo a tu pista de pruebas, un amplio espacio abierto con buen piso. Imagina una curva de radio medio. Si llevaras el freno accionado, los anchos neumáticos de las motos actuales crearían una especie de par que se opone a “meter la moto”. Así que, de momento, llega a “tu curva” a la velocidad justa, pero con los frenos soltados.
En primer lugar, “no mires donde pisas“: si lo haces, no sabrás adonde vas. Así que levanta la mirada algo lejos para anticipar cada maniobra. La moto irá donde mires
A velocidad constante, aplica lo aprendido. Basta una insinuación de tu peso hacia el estribo y mover “el culo” hacia la parte interior del asiento para que la moto “caiga y gire”. Como has comprobado ya, un ligerísimo “contramanillar” inicial (tirar del puño exterior a la curva y presionar el puño interior) basta para aumentar este giro natural. Deja ahora que la moto corra “suelta” hacia el ápice de tu curva imaginaria, pero mantenla girando en redondo. Verás que ni tú ni los neumáticos soportan apenas fuerzas: la moto se queda virando y siguiendo la trayectoria escogida, simplemente apoyada de modo neutro en el interior de los neumáticos.
Girar, abrir, cerrar. Estás girando en círculo y con la moto equilibrada. Puedes mantener este giro sin apenas esfuerzo. ¿Quieres cerrar un poco la trayectoria, y girar más cerrado? Carga un poco más de peso sobre el borde del asiento con el “interior de tu muslo”. La moto se caerá algo más hacia dentro del neumático y, con ello, girará más. Presiona ligeramente el estribo interior: ídem. Presiona un poco el manillar con la fuerza de tu torso. Verás que, después que hayas efectuado antes el “contramanillar” indicado para inclinar la moto (es decir, para “meterla en la curva”), te bastará añadir una ligera presión sobre el puño interior para tumbarla aún más.
Haz todas estas maniobras al contrario. Si cargas hacia fuera, verás que la moto abre la trayectoria (y con ello el radio de giro). Tu moto, simplemente, “se abre” apenas la “levantas”. Termina pues este ejercicio. Desde un radio de giro determinado, «tumba y levanta la moto» alternativamente. Con ello, en realidad, estarás variando el radio de giro de tu “curva”.
No te caerás por inclinar tu moto. Aunque te parezca mentira, siempre que no vayas a una velocidad desaforadamente fuera de todo límite, “nunca te caes por inclinar demasiado rápido una moto hacia el interior de una curva”. Así que puedes practicar a realizar la maniobra de «meter la moto», citada en el texto anterior, haciéndolo ¡casi de golpe! Verás que la velocidad de inclinación, y con ello la de «entrar en la curva» es increíblemente rápida, sin que por ello pierdas necesariamente adherencia en los neumáticos. Si te pasas y crees que vas a «caerte hacia dentro» simplemente levanta la moto hacia fuera con el cuerpo y corrígelo.
Más consejos para circular en moto
Colgado: Descolgarse para “tocar la rodilla como sea” es inútil. Colgar el cuerpo hacia dentro, como hacen los pilotos, equilibra la fuerza centrífuga que saca la moto hacia el exterior de la curva, y permite mayor velocidad con la misma inclinación. Pero no te concentres sólo en “hacer una buena foto”.
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Relajado:  En carretera, conduce relajado, con la pierna interior ligeramente más abierta, cargando y descargando el peso de tu cuerpo desde el “interior de tus muslos” sobre el lateral del asiento para inclinar la moto y tomar las curvas sin agarrotar los brazos perdiendo capacidad de reacción.
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Circuito: Aquí sí estás seguro: vuelta tras vuelta, y con la debida monitorización, has encontrado el punto justo de inclinación que pide cada curva. Lo consigues con una única maniobra a la entrada de la curva, de modo que puedes concentrarte en el agarre disponible y en la aceleración.
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© Agradecimientos y Créditos: Pere Casas para Moticiclismo.es