Quién de vosotros no se ha encontrado con alguien que al enterarse de nuestra afición por las motos te mira torcido,
como pensando, seguro que es violento toma drogas y pertenece a una
pandilla de melenudos con chalecos de cuero que atemorizan a la gente
allá por donde pasan. Pues ciertamente es la fama que ha trascendido a mucha de la población de todo el mundo basándose en los estereotipos que creó la prensa norteamericana y Hollywood hace más de 50 años.
Esta fama se empezó a forjar en un pequeño pueblo de Hollister
en Estados Unidos allá por el año 1947 donde la prensa sensacionalista
prendió la llama y la industria de Hollywood halló un filón para
realizar películas de gran éxito. Pero veamos que es lo que ocurrió.
Desde 1930 en un pequeño pueblo de California, Hollister, se celebraban carreras de motocicletas organizadas por la Asociación de Motoristas Americanos (AMA).
A estas carreras cada vez acudía mayor número de motoristas llegando a
ser más populares que su feria de ganado. Y en el pequeño pueblo de unos
4.500 habitantes los comerciantes estaban encantados con esta nueva
fuente de ingresos.
Al término de la Segunda Guerra Mundial muchos ex militares fueron a
vivir a California todos con una pensión por haber servido en el
ejército. Gran parte de ellos optaron por comprase motocicletas para
emplear su tiempo en recorrer las autopistas de este estado. Como era de
esperar se fueron formando clubes como “Los 13 rebeldes” o los “Yellow Jackets”
en los que organizaban fiestas, recorrían las carreteras e incluso
vestían de la misma manera con cazadoras de cuero y pantalones vaqueros.
No había ninguna disputa entre estos clubes ni sentido de territorialidad
o rivalidad entre ellos. Pero estos nuevos motoristas llegados después
de la Guerra eran mucho más ruidosos y bebedores que los anteriores.
El 4 de julio de 1947 miles de motoristas llegaron hasta Hollister
habían viajado desde ciudades como San Francisco, Los Angeles y San
Diego, pero hubo también pilotos que llegaron de sitios tan lejanos como
Florida. Por la noche la calle principal de Hollister fue literalmente
invadida por las motocicletas. Las motos no cabían en el pequeño pueblo.
Los bares del pueblo dieron la bienvenida a los motoristas pero la policía
ante tal avalancha de moteros decidió que cerraran dos horas antes de
lo normal y que media hora antes de cerrar dejaran de vender cerveza. No
se que les hizo pensar a las autoridades que los motoristas iban a ser
fieles al zumo de cebada y no iban a pedir otro tipo de alcohol.
Desde el viernes tarde hasta la madrugada del domingo la policía de Hollister fue testigo de un espectáculo nunca visto, carreras por la calle principal, piruetas en moto todo acompañado de ruido y alcohol. El resultado fue de 50 moteros
atendidos por heridas leves y posteriormente arrestados por conducta
desordenada, embriaguez pública o conducción temeraria. Nadie murió ni hubo destrozos, saqueos o incendios.
Pero el domingo se presentaron 40 patrullas de caminos de California que lograron dispersar a los motoristas bajo amenazas de uso de la fuerza y bombas lacrimógenas, todos se retiraron tranquilamente.
Del resto se encargó la prensa sensacionalista así aparecieron titulares como “Hollister devastado” o “Disturbios y caos” y la situación empeoró cuando la revista Life publicó una foto a página entera de un motorista borracho encima de su Harley con una cerveza de cada mano y un montón de cascos por el suelo.
Los sucesos de Hollister no debieron ser tan graves, puesto que la ciudad permitió que la AMA siguiera organizando carreras en su autódromo, y apenas cinco meses después los bares y tabernas volvieron a recibir gustosos a los motoristas.
Ahora bien, Hollywood no perdió la oportunidad, y acomodó los sucesos de ese fin de semana en la película The Wild One, protagonizada en 1954 por Marlon Brando y esto si que tuvo gran impacto en la opinión pública presentado a los moteros como una horda de borrachos inadaptados que llevó a prohibir las reuniones en diferentes ciudades del país menos en Hollister.
Y entonces es cuando realmente delincuentes identificados con lo que Hollywood mostraba decidieron formar pandillas que empezaron a generar violencia para así ganar fama y notoriedad en grupos como “Los Angeles del Infierno“, “Los Paganos“ o “Los Mongoles“.
De esta absurda manera quedamos encasillados para siempre como grupo “fuera de la ley” para los que realmente no nos conocen.
Pero el domingo se presentaron 40 patrullas de caminos de California que lograron dispersar a los motoristas bajo amenazas de uso de la fuerza y bombas lacrimógenas, todos se retiraron tranquilamente.
Del resto se encargó la prensa sensacionalista así aparecieron titulares como “Hollister devastado” o “Disturbios y caos” y la situación empeoró cuando la revista Life publicó una foto a página entera de un motorista borracho encima de su Harley con una cerveza de cada mano y un montón de cascos por el suelo.
Los sucesos de Hollister no debieron ser tan graves, puesto que la ciudad permitió que la AMA siguiera organizando carreras en su autódromo, y apenas cinco meses después los bares y tabernas volvieron a recibir gustosos a los motoristas.
Ahora bien, Hollywood no perdió la oportunidad, y acomodó los sucesos de ese fin de semana en la película The Wild One, protagonizada en 1954 por Marlon Brando y esto si que tuvo gran impacto en la opinión pública presentado a los moteros como una horda de borrachos inadaptados que llevó a prohibir las reuniones en diferentes ciudades del país menos en Hollister.
Y entonces es cuando realmente delincuentes identificados con lo que Hollywood mostraba decidieron formar pandillas que empezaron a generar violencia para así ganar fama y notoriedad en grupos como “Los Angeles del Infierno“, “Los Paganos“ o “Los Mongoles“.
De esta absurda manera quedamos encasillados para siempre como grupo “fuera de la ley” para los que realmente no nos conocen.
Jesús Marí: 11/04/2013: 10:19 h.
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